Freak Machines

Esta es una pregunta que siempre me he formulado a la hora de apostar por seguir con los productos culturales del ser humano, concretamente con las series manga y anime. Esta reflexión que os ofrezco a continuación viene movitada por dos circunstancias, relacionadas éstas por la intervención de un servidor en dos salones del manga en dos conferencias: los salones del manga de Albacete y de Murcia. En ambos hablé de lo producido en el pasado, en los últimos veinte años, y en lo presente, lo más actual, lo más cercano a nosotros, aunque con esto de las nuevas tecnologías, así como las tiendas de segunda mano o las tiendas especializadas, podemos acceder.

En Murcia, concretamente, hablando sobre los videojuegos de antaño, con los que los chicos y chicas de los ochenta nos hemos críado, estos han sido lanzados para las consolas de última generación, hasta el punto de que podemos descargarlos para jugar.... en consolas con las que normalmente jugaríamos y de hecho, se juega, con los juegos de última generación, aquellos que, en mi opinión, se caracterizan sobre todo por tener una calidad gráfica impresionante pero, lamentablemente y cada vez más (aunque depende del género) con argumentos y guiones cada vez más pobres....




Entonces, ¿qué es mejor? ¿Los videojuegos de antaño que, aunque simples, tenían argumentos que nos hacían pensar y a la vez esforzarnos para superar las barreras y obstáculos que nos ponía el malo de turno para salvar a la princesa de turno....? ¿O bien son mejores aquellos videojuegos que gráficamente parece que estemos ante una película de imagen real o generada con las tecnologías más espectaculares, pero que nos pueden aburrir hasta la muerte porque argumentalmente no nos aportan nada de nada? La verdad que la pregunta puede traer mucho debate... Personalmente, lo tengo muy claro, como muchos sabreis, soy todo un enamorado de los clásicos, aunque de juegos muy concretos, porque he de reconocer que, aún a riesgo de contradecirme, he jugado a través del ordenador o de las propias videoconsolas de los años noventa a juegos que son un auténtico peñazo.

¿Por qué no pensar que pensar de esta manera puede ser un vía, una opción para disfrutar de todo aquello que hemos disfrutado en el pasado? ¿Por qué no volver a esos orígenes, donde las 3D no mandaban, pero sin embargo disfrutabamos con juegos espectaculares con gráficos en 2D, pero que nos enamoraban hasta el extremo de estar enganchados hora a hora y día a día. Algo así me paso con el Final Fantasy VI, que lo jugué por primera vez en el ordenador por medio de los emuladores (no había manera alguna de jugar a ese juego salvo por esa vía), en inglés y sin guía con la que poder pasar el juego de forma rápida. No obstante, lo disfruté mucho más, en una época en la que acababa de jugar y pasarme el Final Fantasy VII y que, a la vez, estaba jugando a la octava entrega, que acababa de salir en otoño de ese año. ¿Podía pensarse que jugaría más a la séptima y octava entrega que a la sexta, cuando todo parecía indicar que la calidad gráfica de estas dos primeras entregas de las que hablo ganaban por goleada?

Lo cierto es por circunstancias de la edad, con quince años tenía muchisimo más tiempo libre que ahora, pero aún asi pude combinar jugar a los tres juegos, sobre todo a la Sexta y a la octava entrega, puesto que la séptima ya me la habia terminado pero la habia comenzado otra vez, como haría en los años progresivos (por ello no me canso en decir que estamos ante el mejor juego de la historia y con mejor argumento por su evidente influencia de los argumentos manga-anime del momento y sobre todo por las repercusiones que ha tenido en los mangakas del futuro). No obstante, me enamoró de la octava entrega su calidad gráfica y sus videos CG, su argumento no tanto. De la sexta, que os puedo decir: TODO.

Lo mismo, desde hace meses, me ocurre con el manga y el anime. No dispongo de mucho tiempo para poder bajarme las últimas series o las que más ve la gente como Bleach o Naruto (serie que muchos erroneamente y en su ignorancia se atreven a comparar con Dragon Ball) pero si alguna vez me he podido enganchar bien al manga y al anime ha sido de aquellas series de los años ochenta noventa que han marcado epoca para mi y lo seguirán siendo: Dragon Ball, Saint Seiya, Mazinger Z, Oliver y Benji, Sailor Moon, series que la gran mayoría de los que nos estén leyendo comenzaron a verlas cuando eran niños y no cuando eran adolescentes. El tiempo y el dinero me han permitido disfrutar de las nuevas series, que guardan elementos de los "clásicos" que ya he mencionado, como puede ser la lucha del bien contra el mal, la estética "shonen" asi como la forma de los combates o de enfrentarse entre si los adversarios.... pero los clásicos serán siempre los clásicos.


Sin embargo, con el manga-anime ocurre un fenómeno muy curioso: Por parte de algunos autores, se pretende un regreso a los clásicos por medio de remakes o de continuaciones de sus obras aprovechando las nuevas tecnologías en la animación japonesa y por ordenador. En el caso de la continuación de las series, lo hemos podido ver a grandes rasgos con Saint Seiya, cuya saga de Hades no se llegó a realizar hasta mediados de la primera década del siglo XXI y donde podemos apreciar la utilización de las nuevas tecnologías. ¿Creeis que ésta parte de esta espectacular saga, que sigue creando fans por todo el mundo, me ha llegado a enamorar tanto como a las sagas anteriores, realizadas con una animación espectacular para la época y con un doblaje, el español, que era lo novamás? No, la verdad que he disfrutado de la saga de Hades en su versión manga, que se realizó en los años noventa, es decir, no tuvo que esperar casi diez años para hacerla, el manga siguió su curso natural y se hizo a continuación de la saga de Poseidón... ¿Qué hubiera pasado si se hubiese realizado la saga de Hades con la tecnología y los actores y actrices de doblaje escogidos para ello? Un servidor habría disfrutado.




El otro fenómeno es la realización de remakes, como es el caso de Mazinger Z. De este fenómeno no os puedo hablar mucho porque la última versión no he tenido el gusto de verla, pero lo que es clásico, sin duda alguna, se ha de dejar como está. Recuerdo y mucho con cariño la canción del opening de Mazinger Z, tanto en japonés como en castellano, como para que ahora me la cambien por una que tenga mucho rock y esté cantada por Kageyama.

"Los clásicos nunca mueren", una frase por la que yo maaaaaatoooooo.